Para mejorar la rentabilidad de las explotaciones, además de intentar incrementar y maximizar los ingresos, también se pueden aumentar los beneficios, disminuyendo los costes, siendo uno de los gastos más importantes en las granjas, los energéticos. El incremento de la mecanización y automatización de las granjas conlleva también a un incremento en el consumo eléctrico. Por ejemplo, un robot de ordeño consume el triple que una sala, tomando en cuenta las importantes diferencias que hay dentro de estas, como por ejemplo que una sala rotativa consume cinco veces lo que consume una sala en forma de espina. Teniendo presente también que el robot no necesita de un término de potencia tan elevado como el que precisa la sala.
