A lo largo de nuestras vidas somos muchas las personas que tenemos la necesidad de recurrir a un abogado y es que, como os decimos, durante nuestros años de vida nos podemos encontrar con infinidad de problemas que requieren de la habilidad de expertos en materia legal para poder solventarse. Así, ya sea por cuestiones laborales, por cuestiones personales o incluso para defender nuestra vivienda o nuestras finanzas, recurrir a un abogado es una de las cuestiones más comunes.
Si bien es cierto que muchas veces no hacemos público ni con nuestro círculo de confianza que hemos recurrido a estos servicios, de ahí que apenas sepamos de gente que va a abogados a solicitar asesoramiento, la realidad es completamente distinta, ya que las cifras de consultas a este tipo de profesionales aumentan año tras año.
El abogado es una figura personificada que actúa de forma independiente y que asiste y representa en la defensa de los derechos e intereses de un individuo o un colectivo, ya sea persona física o jurídica. Para poder ejercer la abogacía es necesario estar licenciado o graduado en derecho, superar el examen nacional de acceso a la abogacía y estar colegiado en uno de los Colegios de Abogados. La profesión de abogado está regulada legalmente en nuestro país y esta regulación confiere ciertas competencias a los Colegios de Abogados. Los profesionales de este trabajo abarcan toda área legislativa. Normalmente los abogados optan por especializarse en un campo en concreto, cursando máster de aquello que más les motive como futuros profesionales. El mundo de la abogacía es tan amplio como compleja es nuestra sociedad. Mercantil, civil, administrativo, financiero, laboral o penal son las principales ramas de la abogacía.
Sin embargo, en la actualidad todavía somos muchos los que nos hacemos la pregunta de ¿cuáles son las funciones principales de un abogado? Y es que determinar las funciones principales de un abogado resulta complejo dada la inmensidad y complejidad de los asuntos que pueden llegar a abordar. Así, gracias a la ayuda de Sotomonte legal podemos llegar a la conclusión de que podríamos dividir estas funciones entre los tipos de sujetos jurídicos que existen: personas naturales y jurídicas. En su caso, como son expertos abogados de divorcios en Tenerife, su mayor demanda se encuentra en las personas naturales pero también ofrecen servicio a empresas. O también por áreas más específicas: por ejemplo, civil o penal. Sea cual fuera la organización que hagamos de sus principales cometidos, si hablamos de alta demanda de servicios concretos, éstos serían los más solicitados por los clientes:
- Derecho mercantil: asesoramiento en materia societaria, protocolos familiares en el ámbito de la empresa familiar, mercado de valores, bancario, seguros, transportes, contratos de colaboración y otras muchas modalidades contractuales, títulos valores, nuevas tecnologías, derecho concursal y crisis de la empresa, arbitraje, entre otros.
- Derecho civil: existen multitud de despachos con enormes departamentos especializados en derecho civil, donde se tratan los asuntos más cotidianos sobre la convivencia social: asesoramiento en materia de familia, herencias, accidentes de tráfico o arrendamientos urbanos son también claros ejemplos de las funciones principales de un abogado.
- Derecho laboral: el trabajo rige las vidas de las sociedades modernas, es por ello que existen también despachos especializados en laboral, donde empresarios y asalariados defienden sus derechos. Reclamaciones de salarios, indemnizaciones por despido, acoso laboral, o toda circunstancia o coyuntura donde exista un bien jurídico que proteger cuenta con la presencia de abogados.
- Derecho penal: regula la potestad punitiva del Estado. Está asociado a delitos de cierta entidad, por tanto, la presencia de abogados es altamente recomendable e incluso, en algunos casos, imprescindible. Robos, crímenes, delitos económicos y otras conductas delictivas se encuentran también entre las funciones principales de un abogado.
Los temas relacionados con la administración pública también son bastante socorridos en cuanto a funciones principales de un abogado, dada la maraña burocrática a la que muchas veces se enfrentan los clientes.
¿Cuáles son las garantías de servicio del abogado?
Existen cierto tipo de garantías cuando contratamos los servicios de un abogado. Dado que es una profesión regulada, estas garantías están aseguradas por lo que es recomendable conocerlas y entre ellas nos encontramos con:
- Garantía de formación. El abogado es una persona formada, licenciada y en formación continua.
- Garantía deontológica: el abogado, por definición, está sujeto a un código deontológico que es supervisado por el Colegio Profesional, al que debe pertenecer por imperativo legal.
- Garantía de responsabilidad civil: el abogado está protegido, también por imperativo legal, con un seguro de responsabilidad civil que le compensará daños y perjuicios como consecuencia de error o negligencia en el desarrollo de sus funciones como abogado.