A la hora de dar vida a una nueva empresa, quien pretende hacerlo debe estar al tanto de un montón de factores. Esa persona (o ese grupo de personas) deberá tener en cuenta la capacidad que tenga para realizar un primer desembolso económico, las posibilidades para reclutar a los mejores profesionales del sector o, sin ir más lejos, la localización de sus oficinas.
Este último factor puede llegar a ser determinante. No es lo mismo poseer oficinas en un lugar estratégico de una gran ciudad, por donde transitan miles de personas cada día, que en un sitio algo más apartado. Estar donde se nos vea es un medio de publicitar el negocio y de, por tanto, aumentar nuestras probabilidades de éxito.
Con todo esto en mente, un antiguo compañero de trabajo y yo comenzamos a desarrollar la idea de montar una compañía aseguradora. Decidimos que la ciudad idónea para fijar nuestra sede iba a ser Barcelona, por lo que además de comenzar los diferentes trámites para formalizar el nacimiento de la empresa, teníamos que buscar un buen sitio para instalar nuestras oficinas.
Empezamos a informarnos para ello. Descubrimos, a través de un antiguo compañero de Universidad, que había un portal web que se dedicaba al alquiler de oficinas y despachos por toda la ciudad de Barcelona. Según nos contaba él, su empresa había comenzado a funcionar gracias a los profesionales de esa página, que les habían conseguido oficinas amplias en un buen lugar de la ciudad. Era una buena referencia que sin duda tendríamos que tener en cuenta.
La página se llamaba www.cacplus.com. Gracias a ella podríamos encontrar exactamente lo que queríamos, por lo que contactamos con sus profesionales tan rápido como pudimos para que nos comentaran qué oficinas podríamos alquilar para montar la sede de nuestra compañía de seguros. Superar este paso supondría el verdadero nacimiento de nuestra empresa.
Desde Cacplus nos ofrecían la posibilidad de alquilar un local de oficinas en la Rambla de Catalunya, una de las vías más céntricas de toda la Ciudad Condal. Teniendo en cuenta lo que os comentaba en los primeros párrafos, nuestro negocio sería bien visible para los viandantes y pasaría a ser uno de los más conocidos de toda la ciudad. La localización era ideal. Eso sí, queríamos visitar el local antes de alquilarlo.
Y así lo hicimos. La verdad es que era un local perfecto para nosotros: espacioso, luminoso y muy elegante. Desde el primer momento nos interesó y así lo hicimos saber. Como el precio nos convenció, nos quedamos con él. Ya podíamos decir que teníamos sede y que nos faltaba un peldaño menos por subir para comenzar a dedicarnos a lo que siempre habíamos querido.
El inicio de nuestro éxito
Conseguir un sitio como aquel solo fue el primero de nuestros logros. Después de ello nos dedicamos a buscar a profesionales con experiencia en el sector. Y conseguimos a buen puñado de ellos, por lo que la empresa comenzó a funcionar con buenos mimbres y eficacia. Sin lugar a duda, nuestra situación era buena y las opciones de hacernos un hueco en el mercado y conseguir beneficios, cada día más grandes.
Así ha sido. En la actualidad hemos conseguido tener una cartera de clientes envidiable y que nos permite ser una referencia en nuestro campo. Cada vez más gente confía en nosotros y eso es algo que agradecemos y que no hubiera sido posible si no hubiésemos conseguido un local con tantas ventajas en una ciudad en la que eso siempre es difícil, como lo es Barcelona. Para todo aquel que se proponga instalar un negocio en dicha ciudad, nuestro consejo y experiencia le resultará revelador.