La indumentaria, clave para que un puesto triunfe en un mercadillo medieval

Ya ha llegado el calor y pronto se desvanecerá del todo la amenaza del coronavirus en España, que nos ha tenido durante algunas semanas en shock y que, desde luego, vamos a derrotar más pronto que tarde. Y, cuando lo haga, llegará un momento de los más especiales en muchos lugares de la geografía española: la llegada de los mercados medievales, que desde luego es todo un acontecimiento en muchos pueblos y ciudades y que se suele celebrar cuando el invierno empieza a caer y el buen tiempo comienza a hacerse habitual.

Estos mercados medievales tienen una importancia muy grande en muchos sitios. Es uno de los grandes reclamos de los vecinos de muchos municipios y una de las razones que fomentan el turismo en ellos. La verdad es que gracias a este tipo de eventos se llenan muchas calles de gente, los bares recobran la alegría y, en general, se recupera la actividad económica que, por desgracia, durante los meses de invierno se ha perdido a causa del frío y de la preferencia, por otro lado lógica y normal, de quedarnos en casa y permanecer protegidos con una buena manta y una gran película.

Os invitamos a que echéis un vistazo al enlace que os dejamos a continuación del portal web mercadosmedievales.info. La verdad es que son muchos los mercados de este tipo que se celebran a lo largo y ancho de nuestra geografía. Y es que no cabe la menor duda de que se trata de un evento que interesa a mucha gente. Son muchos los que coleccionan objetos que son propios de un espacio de tiempo tan importante y tan extenso como lo es la Edad Media.

Por poner un ejemplo, podemos destacar uno de los mercados considerados como más importantes de la ciudad gallega de Ourense, que según el diario La Región es el Mercado Medieval. Se suele celebrar en el Casco Histórico de la ciudad y cuenta con más de 70 puestos que venden no solo objetos, sino otro tipo de bienes como lo son dulces, la música y todo tipo de actuaciones. La verdad es que, gracias a este tipo de eventos, tenemos la oportunidad de pasar un buen rato y disfrutar al lado de todas aquellas personas con las que más alegres y más cómodas nos sentimos.

Son muchas las personas que se dedican, a lo largo y ancho de nuestro país, a viajar de un lado a otro instalando un puesto en un mercado medieval. Este tipo de eventos es bastante habitual en nuestro país. De hecho, estamos convencidos de que muchos de vosotros y vosotras habéis acudido a alguno a lo largo de vuestras vidas. Para las personas que rigen uno de estos pequeños negocios, el marketing es algo realmente importante y por eso suelen adquirir prendas de la época. Los profesionales de Eviltailors, una entidad dedicada precisamente a la venta de este tipo de ropa, nos han comentado que son los responsables de estos negocios los que constituyen su público objetivo. Y lo cierto es que a esos tenderos les funciona perfectamente disponer de esos disfraces.

Un público objetivo diverso

Solo hay una cosa que podríamos decir que caracteriza, casi de manera unánime, al público que suele acudir a este tipo de eventos. Hablamos de un aspecto como lo es el interés por la cultura, que por desgracia no se instala en todos los cerebros humanos y que tan necesario es en un momento como en el que nos encontramos para combatir al desconocimiento. A todas aquellas personas interesadas en la cultura les interesa saber algo que esté relacionado con los mercados medievales.

Por lo demás, el público de este tipo de eventos es diverso. Encontramos hombres y mujeres interesados en sus productos, a gente de diversa condición económica y también, aunque se pueda llegar a pensar lo contrario, a personas de diferentes edades. Y es que los niños suelen disfrutar bastante de ferias y mercados como estos. Y, además, son los que deben continuar con la tradición y garantizar la supervivencia y el futuro de este tipo de negocios. Siempre será recomendable que acudan a verlos y disfruten del ambiente que se vive en calles como las del Casco Histórico de Ourense cuando llega el Mercado Medieval.

Tenemos que seguir apostando por estos negocios. Su valor cultural es único y la verdad es que no encuentran siempre el apoyo que se merecen y que, por otro lado, necesitan. Una cosa está clara: para que sigan adelante es importante que las personas que los rigen se metan bien en el papel. Para ello, la indumentaria es algo que siempre vendrá muy bien. Apostar por ella hará que, de una u otra manera, todo el mundo se sienta atraído por el valor social y cultural que representa un mercadillo medieval.

 

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