Ambiente familiar, plantilla clara, salarios justos. Estos son sólo algunos de los mitos que prevalecen sobre las empresas familiares. Para muchos, las empresas familiares son mejores empleadores que las grandes corporaciones . ¿Pero es ese el caso realmente? Si estás interesado/a en una carrera en una empresa familiar, deberías examinar detenidamente la siguiente información.
En el sector privado, más del 90 por ciento de las empresas son controladas por familias. Por tanto, las empresas familiares siguen siendo un factor económico decisivo. Hemos reunido toda la información y datos interesantes que nos han proporcionado los expertos de AMG sobre trabajar en empresas familiares y te diremos si un trabajo en una empresa familiar es adecuado para ti.
Empresa familiar: definición y significado
¿Cuándo una empresa es familiar? El tamaño de la empresa no influye en la definición. De hecho, en promedio, las empresas familiares tienden a ser pequeñas empresas con menos de diez empleados. Pero, por ejemplo, Volkswagen también es una empresa familiar con la impresionante cifra de 655.700 empleados.
Por lo tanto, lo que importa no es el tamaño, sino las estructuras de propiedad y gestión. Una empresa es familiar si hasta dos personas poseen al menos el 50 por ciento de las acciones de una empresa y estas personas también forman parte de la dirección.
Las empresas familiares tienen una gran importancia para la economía y además cuentan con una larga tradición. El 86 por ciento de las empresas privadas son empresas familiares dirigidas por sus propietarios. Además, más de la mitad de los empleados del sector privado trabajan para una empresa familiar.
Trabajar en empresas familiares: las ventajas
Las empresas familiares gozan de buena reputación entre los trabajadores. El concepto de empresa familiar por sí solo suele asociarse a valores positivos. Muchos empleados esperan de una empresa familiar un buen ambiente de trabajo y un estilo de gestión cooperativo.
Además, a las empresas se les suele asociar valores tradicionales como el sentido de responsabilidad. Además, la atención se centra más en el empleado, ya que es más probable que estén vinculados a la empresa a largo plazo. Dado que la mayoría de las empresas familiares son pequeñas empresas, no eres sólo un pequeño engranaje en comparación con las grandes corporaciones.
La tendencia del número de empleados en las empresas familiares también se mantiene estable en los últimos diez años. Las empresas familiares también gozan de confianza y, por lo tanto, son mucho más populares ante el público que las grandes empresas.
Trabajar en empresas familiares: las desventajas
Así como las empresas familiares son vistas de forma especialmente positiva en algunos ámbitos, también se les atribuyen atributos negativos. Un error común es pensar que las empresas familiares se aferran demasiado a la tradición a expensas de la innovación. Especialmente cuando una empresa ya está dirigida por la segunda o tercera generación, es cierto que algunas empresas se muestran más escépticas ante las innovaciones.
Si deseas llegar hasta el final de la escala corporativa, las empresas familiares pueden tener dificultades. Porque si no formas parte de la familia fundadora, el camino hacia la cima es más pedregoso que en otras empresas.
Salario en empresa familiar
Por supuesto, no se puede decir en general cómo resultan los salarios en las empresas familiares. Al igual que en las empresas no familiares, el salario depende de la industria, el puesto, la experiencia profesional, la educación y otros factores. Básicamente, también es bastante raro que las empresas familiares hagan públicos sus modelos de remuneración, por lo que generalmente no es fácil decir si las empresas familiares ganan mejor o peor. Esto también puede variar de una empresa a otra.
Para decidir si el salario que recibe en una empresa familiar está por debajo o por encima del promedio, debes compararlo con los salarios estándar de la industria.
Empresa familiar o grupo: ¿Qué me conviene?
Básicamente, por supuesto, siempre depende del sector en el que trabajes o quieras trabajar. Dado que muchas empresas familiares son pequeñas empresas, por supuesto existe una comunicación más estrecha y el empleado individual está más concentrado que en una gran corporación. En ese caso, tendrás que decidir por ti mismo si te conviene ser una pequeña parte de lo grande o una gran parte de lo pequeño.
Otro factor a la hora de decidir entre empresas familiares y corporaciones es la lealtad de los empleados y la responsabilidad que conlleva. En las empresas familiares suelen existir contratos indefinidos, pero esto también significa que estás vinculado a la empresa a largo plazo. También tienes más responsabilidad como empleado en una pequeña empresa familiar. Esto puede interpretarse como una ventaja o una desventaja, según tus preferencias personales. Si se quiere ascender a un puesto directivo, esto es mucho más difícil en las empresas familiares que en otras empresas.
Al tomar una decisión, siempre debes escuchar primero tu instinto. Por supuesto, una vez que hayas encontrado un trabajo que se adapte a tus necesidades, no importa si se trata de una empresa familiar o una gran corporación. Siempre y cuando seas consciente de que dependiendo de la empresa, se imponen diferentes exigencias a ti y a tu trabajo.
Responsabilidad social: ¿Quién va por delante?
La responsabilidad social juega un papel importante en la forma en que las empresas se ven a sí mismas. Sin embargo, el compromiso de las empresas familiares es significativamente mayor que el del grupo de comparación.
Las empresas familiares se acercan mucho a ser buenos ciudadanos corporativos, que actúan de forma más responsable y en interés de la sociedad. Los empresarios familiares también parecen preocuparse más por la seguridad laboral. Nueve de cada diez empresas familiares afirman que para ellos es muy importante ofrecer a sus empleados un trabajo seguro.
¿Quién está más dispuesto a correr riesgos y más orientado a las ganancias?
Las empresas familiares persiguen sus propios objetivos, que se centran especialmente en mantener la independencia y la existencia a largo plazo de la empresa. Sin embargo, perciben la situación del mercado de forma profesional y consciente y en este aspecto están a la altura de las grandes empresas.
Impuestos: ¿a quién molestan?
El estudio se centra en el tema de la fiscalidad. Ambos tipos de empresas coinciden en este punto. Consideran importante pagar impuestos para garantizar que el Estado pueda actuar. Por otra parte, el impuesto sobre sucesiones se considera muy injusto. Sobre todo, las empresas fundadas antes de 1945 y las que han completado una sucesión empresarial en los últimos años rechazan esta forma de imposición sobre las sustancias.
Conclusión: diferentes, pero similares
En definitiva, se muestra diferencias significativas entre los directores generales de empresas familiares y no familiares. Los empresarios familiares lideran de una manera más orientada a los empleados y prestan más atención a las cuestiones sociales que el grupo de comparación. Pero ambos tipos de empresarios están igualmente cerca del “homo oeconomicus”, que maximiza los beneficios y ganancias para sí mismo.