Como en todo negocio que nos propongamos poner en marcha, lo primero es tener muy claro todo cuanto tiene que ver con los aspectos legales concretos de esa área profesional, o si decidimos emprender como Trabajadores Autónomos, ya que, el papeleo consecuente de elegir esta forma de trabajar también supone una serie de responsabilidades.
Después de hacer Psicología, tenía bastante claro que lo mío era el coaching y que esa era la dirección que quería tomar. A la pregunta de si se puede vivir bien del coaching, digamos que, en términos generales esta modalidad de trabajo ha experimentado un considerable auge en nuestro país estos últimos años.
La verdad es que, a mí, que me encantan las relaciones humanas y ayudar a otras personas a conseguir sus metas este me parecía el trabajo de mis sueños.
Si bien es cierto que no tenemos que estar titulados para ejercer como Coach realizar algún curso o especialización en este sentido no está mal. En cualquier caso, la clave es haber pasado uno mismo por el proceso de crecimiento personal en el que quiere ayudar a otros.
Aquí de poco sirve la teoría, hay que hacer el trabajo sobre uno mismo. Esta es la única manera de ser un buen coach. Esto y saber transmitir lo aprendido sin juzgar, debemos actuar como acompañantes.
Por ello, un diploma acreditativo siempre da confianza, pero un buen coach es algo que está más allá de títulos es una cuestión de desarrollo personal y un compromiso continuo con uno mismo y con los demás.
En mi caso, tengo una amplia formación como Psicóloga, pero como Coach soy auto-didacta, y es que en verdad lo que quiere nuestro cliente es que le ayudemos a solventar sus problemas de forma efectiva y que les ayudemos en su proceso.
Diferentes Tipos de Coaches
Podemos distinguir entre diferentes tipos de coaches. Lo más habitual es encontrarnos con las modalidades de Coaching Ejecutivo, coaching de vida o personal, coaching empresarial, coaching familiar, coaching de liderazgo.
Por otra parte, también tenemos diferentes modalidades de trabajo. Podemos elegir trabajar en el mismo espacio físico que, a mi forma de verlo, es la mejor opción, ya que de este modo compartimos el mismo espacio físico, al fin y al cabo, el contacto humano entre ambas personas se refuerza más de esta manera.
Existen coaches que atienden en su propio despacho, otros que lo hacen in-company o en salas de hoteles. De hecho, yo empecé como in-company y, en cuanto me fue posible, recurrí a los servicios de Fresno Inmobiliaria y busqué un local apropiado para establecer mi consulta en un espacio concreto independiente de mi vivienda.
El coaching online también es una posibilidad, con sesiones en vivo por Internet o a través de Skype hangouts. Lo bueno de este sistema es que podemos llegar a más gente, de forma más económica y no tenemos limitación geográfica, evitando además el tiempo de desplazamiento.
Al hacerlo de forma online ampliamos el mercado y nos abrimos a un abanico mucho mayor de posibilidades, esto se multiplica exponencial si manejamos a la perfección el Inglés.
En cualquier caso, lo importante es tener claro que quieres arriesgarte y comprometerte 100% con tu negocio y no olvidar que se trata de un proceso continuo de aprendizaje. Aprenderemos a ser resilientes y que nunca existe el fracaso sino lecciones para terminar dando con nuestra fórmula de negocio perfecta.