Bastantes abogados lo que hacen es centrarse en la burocracia y olvidarse de lo que es fundamental, el pensar sobre la visión y demás ventajas competitivas. Cuando el emprendedor comienza con el negocio, el tener pocos recursos económicos y para captar clientes son de las preocupaciones más importantes, donde el sector de la abogacía no es una excepción.
Si se quieren afrontar este tipo de dificultad iniciales, lo que recomiendan los expertos es planificar todo antes de que se constituya el despacho, de tal forma que nada se deje a la improvisación.
Enfocar el despacho como una empresa
Creemos que muchos abogados, como nos comentan los profesionales de tramitesfacilessantander.com expertos abogados de herencias en Santander, lo que hacen es centrarse en el punto de vista burocrático y pasan a olvidarse de pensar sobre qué visión tienen, el modelo de despacho, las ventajas competitivas que tienen o cómo se pueden dar a conocer.
Lo mejor es pasar a definir propósitos y objetivos para que luego se puedan redactar una serie de planes que puedan exponer cómo lograrlos. Si se quiere tener éxito en el emprendimiento hay que planificarlo y estandarizar los procesos del trabajo en los despachos. De esa forma las ventajas que haya no se traducirán en un caos a nivel de organización.
Todo ello sin que se olvide la necesidad de cuidar la imagen ante los potenciales clientes. El desarrollo de la marca corporativa con un logo, web o posicionamiento en redes puede ser importante a la hora de transmitir los valores que se quieran implementar al despacho.
Definición de prioridades
Cuando se habla de la inversión inicial que se necesita, la prudencia es la mejor vía. Contamos con algunos gastos que son precisos para ejercer, caso de colegiarse, el seguro de responsabilidad civil o la mutualidad.
Partiendo de ahí, si se tiene un ordenador, teléfono e internet, un abogado puede llegar a comenzar por su cuenta.
Pensemos que el alquiler o compra de un local para el despacho no es lo mejor hasta que se pasen del orden de 1 o 2 años, que es cuando se conoce ya mejor a la clientela y se puede determinar la ubicación para la prestación de los servicios.
En vez de esto, lo mejor es alquilar las salas o despacho que suelen ofertar los colegios de abogados a quienes están colegiados para el trabajo y así poder reuniré con los clientes. Es posible trabajar en la casa y citarse con clientela en una de dichas salas.
Lo mejor es reducir siempre que se pueda al mínimo los gastos fijos. De no controlarlos, es posible terminar con el agua al cuello y arrastrar los objetivos del despacho.
De la misma forma, se puede aligerar la carga que pueden suponer los costes fijos que se compartan asociándose con otros compañeros. Esta sería, según muchos expertos, de las primeras decisiones que se deberían tomar.
Pensemos que los cuatro factores para importantes sobre los que se debe fundamentar una empresa son las personas, los clientes, el producto y el control.
Para él, se tiene que abordar en este orden y pensando en que los dos primeros, sean los más importantes a corto plazo. Primero hay que decidir quienes van a ser los socios y compañeros de viaje, donde las personas te van a ayudar a que puedas sacar el despacho adelante, para saber cómo y cuánto deberás invertir en el campo del marketing y la publicidad.
Externalización de los servicios
Algo que es inaplazable cuando constituimos un bufete u otra empresa es la propia captación de clientes, pues ellos no llegan solos y cuando no están no habrá despacho.
Por todo ello, invertir en el campo de las áreas de marketing, comunicación y el propio desarrollo del negocio, son algo prioritario. Para ello, apoyarnos en una consultora externa en el campo del marketing puede que nos eviten multitud de pérdidas en materia de tiempo y dinero.
Es bastante habitual que el abogado que comienza de cero desee hacerlo todo, desde que el mismo lleve las redes a realizar las campañas de publicidad, así como llevar la contabililidad y el pago de los pertinentes impuestos. El caso es que, aunque no lo crean, se termina frenando el crecimiento de la empresa.
Hay una serie de actividades que no forman parte del negocio y que son accesorias, como estas de las que hablamos.
Captación de los clientes
De todas maneras, cuando se aborde la atracción de la clientela potencial a un despacho nuevo, hay que conocerlos y entenderlos bien. Si se abre un despacho enfocado a laboral, nos conviene estar presentes en LinkedIn, puesto que aquí es donde se van a encontrar multitud de empresas y trabajadores.
En el caso de que el despacho se enfoque a las llamadas nuevas tecnologías o startups, donde la red social para publicitarse puede que no sea LinkedIn sino Instagram o también TikTok. Si nuestro cliente mayoritario tiene 60 años es posible que tenga más sentido la utilización de otra serie de canales para que puedan llegar al mismo como el periódico o la radio, en lugar de las redes sociales.
Aun así, contar con un sitio web y perfiles en una o dos redes sociales es fundamental para que la clientela pueda encontrar a los profesionales, sin olvidarnos del clásico boca a boca. El que el abogado pueda moverse por la zona en la que trabaje para la captación de clientes y que le conozcan, funciona bastante mejor de lo que pensamos.
La conexión con otra serie de profesionales del sector, mediante actividades del denominado networking, así como la inversión en plataformas de captación como sucede con los marketplaces jurídicos, van a ser unas opciones inmejorables para que el abogado pueda lograr sus primeros clientes.
A la lista de acciones, le podemos añadir campañas de anuncios de pago en Google o en las redes sociales para conseguir unos resultados que sean más inmediatos, apostando por una buena estrategia de SEO o mediante la generación de sostenidos que sea más sostenibles, tanto a medio y largo plazo.
Los errores más habituales al poder crear tu propio bufete
Uno de ellos es no tener clara la hoja de tura, pues si dejamos las cosas en manos de la casualidad y del primer cliente de importancia que pase por nuestra puerta no es lo ideal. Hay que dejarse también asesorar por parte de los expertos.
No preguntar
A veces, lo que hacen los abogados es caer en el error de que no se pregunten a los clientes que es lo que más les gustó del servicio que han hecho y el que menos. El caso es que es la única forma en la que el profesional puede llegar a terminar haciendo que entendamos los fallos y los puntos de mayor fortaleza.
Piensa que buena parte de tus clientes te van a ayudar en el caso de que quieras recibir un trato bueno.
Realizar una inversión importante. Los abogado autónomos por lo general desconocen lo que ganarán cada mes cuando lleven ya años ejerciendo, por lo que menos aún cuando estén empezando.
Lo más aconsejable es ser cauto a la hora de invertir en los primeros años y sacar provecho de los recursos que ofrezcan los colegios de abogados al acceder a las bases de datos o al alquiler de las salas y despachos para poder reunirse con los clientes.
Tampoco es buena idea el vendernos como especialistas en la materia sin que lo seamos. Esto puede ocurrir, bien por miedo a la pérdida de un cliente, que no sepamos delegar o contar con colaboradores. Existen abogados que en los comienzos llegan a asumir una serie se asuntos en materiales en las que realmente no son expertos, lo que termina mermando la profesionalidad y termina afectando a la confianza que tienen los clientes en cuestión.
Como podemos ver, estamos ante u sector donde la competencia es cada vez mayor y donde hay que estar atentos siempre a los movimientos que se hacen, porque de no hacerlos, se corre el riesgo de que pueda terminar causando que el bufete se quede anticuado al poco tiempo de empezar a funcionar.
Deseamos que este artículo sea de utilidad para vosotros y si creéis que el artículo que has leído pueda ser de gran ayuda para poder ser una referencia para muchos abogados que estén pensando en tomar la decisión de emprender o comenzar con otros un bufete
No dudes en compartir con tus amigos o personas que puedan estar interesadas dicho artículo, pues así es como ampliando la información y extendiéndola a otras se puede acabar ayudando a muchas personas que no terminan de ver más allá de los problemas que siempre se ponen en este país a los emprendedores.
Así que ya sabes, si estás decidido, ya tienes unas buenos consejos que poder aplicar a una actividad tan apasionante como es la de montar un despacho de abogados desde cero, lo que seguro que si realizas bien, te va a proporcionar multitud de alegrías, pues el asesoramiento a las personas suele dar muchas satisfacciones a nivel personal.