El abogado emprendedor

Me llamo Carlos y soy uno de esos tantos y tantos licenciados en Derecho que cada año salimos de las Facultades de toda España. La crisis económica, de la que yo sigo diciendo que no somos culpables los ciudadanos, ha provocado que nuestro trabajo sea uno de los que más lo han pagado. Aunque afortunadamente quedan despachos como los de Miguel Durán en Madrid, que todavía siguen contratando gente.

Está claro que si la gente no tiene dinero para comer, menos aún lo va a tener para meterse en litigios. Por ejemplo muchos matrimonios no se separan por hacer frente al costoso procedimiento. O por ejemplo las comunidades de vecinos prefieren tener a sus morosos sin pagar, o los pobres empleados que están sin cobrar de sus empresas no pueden denunciar. Ante eso lo mejor es asesorarte.

Pero lo que está claro es que la gente no se puede venir abajo, hay que sacar la cabeza y decir aquí estoy yo. Por eso supe que apostaría por ser un abogado 2.0, o lo que es lo mismo, un abogado conocedor de las nuevas tecnologías para aplicarlas a este oficio. Estaba claro que internet era la solución y mi intención era ser de los mejores abogados laboralistas de Madrid.

Lo primero que hice fue registrarme en las páginas webs con foros de asesoramiento legal. Allí los usuarios exponían sus dudas y yo con mis conocimientos les respondía. A medida que empecé a responder consultas de usuarios que tenían problemas, me surgían oportunidades de negocio. Era fácil, tú les dabas los pasos a seguir, pero estaba claro que esa gente necesitaba un asesoramiento, y que mejor que hacerlo con la persona que te ha contestado y te ha puesto todo en bandeja. Poco a poco iba ganando clientes, y todo ello de manera virtual. Se cumplía el dicho de Mahoma y la montaña. De esta forma me puse en contacto con abogados para empresas en Madrid que también visitaban el foro y comprobaban mis explicaciones.

Posteriormente ya usé redes sociales más profesionales, no son las tradicionales de facebook o twitter, sino otras que consisten en registrarte como profesional. En ellas no hablarás de tus últimas vacaciones o de tu comida favorita, aquí tienes que ofrecerte como trabajador, publicar tus logros, tus últimos trabajos. Hay que saber venderte.

El futuro de los abogados es relacionarse con los clientes de manera continua pero a través de las nuevas tecnologías, cada vez estos son más exigentes y tienen herramientas para elegir al mejor profesional que pueda llevar su caso y al menor coste posible. Hay que decir adiós al papel, a los antiguos despachos que se cambian por despachos virtuales, visitar páginas como las abogados mercantiles en Madrid donde te asesoran de todo. Adiós a los archivadores gigantes que son remplazados por directorios en la red y en las famosas nubes. Está claro que las nuevas tecnologías han llegado para hacernos más fácil la vida y sobre todo para poder interactuar con nuestros clientes a la hora que sea.

La de abogado es una profesión para saber reinventarse. Gracias a mis comienzos ahora puedo decir que estoy trabajando en uno de los mejores bufetes de España, se trata del de Miguel Durán, con oficinas en Madrid y Sevilla, que han sabido encontrar su hueco gracias a su buen trabajo y a saber reinventarse. Por eso te animo a seguir luchando.

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