Los zapateros nunca han dejado de estar de actualidad. La gente se compra zapatos y se arreglan cuando se estropean. Si conoces un poco el oficio, te damos las claves para que montes tu propio taller de reparación de calzado. Un negocio para el que no se requiere mucha inversión inicial.
Es posible que hayas escuchado alguna vez el comentario ese de “ya la gente no se arregla los zapatos, se los compra nuevos.” O “eso de zapatero es un oficio de otros tiempos.” Nada más lejos de la realidad. La dicotomía entre reparar y comprar calzado es falsa. Cuando una mujer se compra unos zapatos de tacón de aguja, la tapa que viene de fábrica, le dura dos puestas. Como es lógico, no va a tirar el zapato a la basura. Y mucho menos si se enamoró de él cuando lo vio en un escaparate.
Cuando te compras unos zapatos nuevos te aprietan. Es posible que cuando te los probaste en la tienda no te hicieran daño, pero no aguantas con ellos puestos una mañana entera. El calzado necesita un tiempo de adaptación hasta que se acople a tu pie. Hasta que te termine quedando como un guante. Hay gente que no aguanta ese periodo. Es recomendable ponerlos en una horma para ensancharlos un poco y poder seguir gastándolos.
Todavía hay gente que tiene la costumbre de nada más comprarse un zapato nuevo, llevarlo al zapatero para ponerle unas salvasuelas de goma. De esta manera no resbalará y protegerá la suela original, alargando con ello la vida útil del calzado. Estos son algunos ejemplos de cómo la gente sigue acudiendo al zapatero sin necesidad de que haya desgastado el tacón, se la haya formado un agujero en la suela o le asome la uña del dedo gordo del pie por la puntera.
Si usas calzado de piel te darás cuenta de que llevando un mantenimiento, reparándolo cuando lo veas desgastado y nutriéndolo con cremas adecuadas, los zapatos o las botas te durarán toda la vida. Las podrás usar hasta que te canses de ella.
El zapatero es un oficio que se está perdiendo poco a poco. Sin embargo, la gente sigue acudiendo a él porque es necesario. Con menos competencia que otros servicios, es un sector adecuado para comenzar a emprender.
Lo primero, el local.
La clave de cualquier tienda física es su ubicación. De ello depende en gran medida su éxito. Una de las ventajas que tienen este tipo de talleres es que no necesitas un local muy grande para instalarlo. En la revista digital Economía 3 te dan algunas claves para elegir el local más adecuado:
- La ubicación.
Necesitas una calle en la que haya tránsito de gente. No hace falta que sea una arteria comercial principal, pero sí que haya más tiendas. Alquilar un local al lado de un supermercado o de un colegio es una ubicación perfecta para que te funcione. Los clientes aprovechan que van a comprar o llevar al niño al colegio para dejar los zapatos a reparar.
Una de las dudas que pueden aparecer es ¿me ubico en el centro o en un barrio? Abrir la zapatería en el centro de la ciudad implica que probablemente recibas más volumen de trabajo, por el tipo de clientela podrás subir un poco los precios, pero también el alquiler del local es mayor.
Antes de nada haz números. Tal vez te salga más a cuenta instalarte en un barrio popular o en uno de nueva creación en el que vive mucha gente, pero aún hay poco comercio.
- La competencia.
Date una vuelta por la zona elegida. Investiga si hay más tiendas como la tuya. Aunque es una actividad necesaria y funciona, en el sector de la reparación de calzado no es bueno que las tiendas estén juntas. Cuando esto sucede, lo normal es que los dos zapateros sobrevivan a duras penas. Digamos que es un sector que debe cubrir un ratio aproximadamente de entre 700 y 1000 personas.
Otra cosa diferente es que te instales cerca de un centro comercial en el que hay un establecimiento similar. No supone para ti una competencia directa. El cliente acude a él para las reparaciones rápidas y te considera a ti como el zapatero de barrio. Alguien más cercano, apropiado para trabajos más delicados o especiales.
- Las condiciones del local.
Es difícil que encuentres un local para abrir al momento. Por lo general, es necesario hacer algunas adaptaciones o reformas. En nuestro caso, no es imprescindible que tenga un escaparate. Pero si es interesante que disponga de una trastienda y opciones para almacenaje del material.
Una de las cuestiones que debes tener en cuenta son los servicios. Necesitarás un aseo, ya que pasarás mucho tiempo en el negocio. Suministro de agua, y lo más importante, conexión eléctrica industrial, con una resistencia de 380 vatios y conexión trifásica, para poder enchufar la maquinaria.
Utensilios y material.
Para empezar a funcionar, necesitas invertir en maquinaria, herramientas y material.
Respecto a la maquinaria es imprescindible el banco de finisaje. Un motor mecánico que hace mover bandas de lija y cepillo, y cuenta con sistema de aspiración. Con que disponga de lija gruesa, lija fina, dos cepillos y fresa es suficiente.
La otra máquina imprescindible es la horma de ensanchar, la máquina de coser con brazo y la máquina vulcan para poner remaches. También puede resultarte interesante disponer de una prensa de aire comprimido y una pistola de clavos, pero se puede empezar sin ella. Para más adelante, podrás adquirir una prensa de balón y máquina de coser suelas Obe.
En cuanto a las herramientas necesitas tenazas, alicates, martillo para batir, martillo Luis XV, un pie de clavos para calzado, cuchilla, cúter, tijeras de podar adaptadas, pincel para cola, pinceles de tinte, punzón lezna, agujas para coser piel y unas tijeras de costura.
Para empezar a trabajar necesitarás cola de contacto, cola especial para goma, pegamento tipo loctite, crepé, planchas de goma de medio centímetro para tapas, salvasuelas, sacabocaos, remaches y broches, tinte penetrante, tinte a la cera y un crupón de piel o suelas pre-cortadas.
Asegurarte un buen suministro es clave para empezar a trabajar sin contratiempos los primeros meses. Los especialistas de Curtidos Pérez Burgos e hijos comentan lo importante que es encontrar un proveedor que te suministre todo aquello que necesitas. Desde el material que habitualmente utilizas, las herramientas, hasta las fornituras que puedas necesitar en un momento dado.
Aunque pueda parecer mucho, el desembolso inicial para poner en marcha la tienda es menos de los que te costaría un coche nuevo.
Hacerse autónomo.
Una vez alquilado el local y montada la tienda, toca legalizar el negocio. En la Revista de la Seguridad Social te informan de los pasos que debes dar para darte de alta de autónomo.
Lo primero que debes hacer es acudir a la Agencia Tributaria de Hacienda y darte de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en el epígrafe 691.9 de Reparación de Calzado.
Podrás pagar el IRPF por módulos o estimación directa. Para este tipo de negocio te recomiendo la primera opción, ya que es una cantidad fija que abonarás a Hacienda cada 3 meses. Lo que te permite preverlo con antelación.
Después debes acudir a la Tesorería General de la Seguridad Social y darte de alta en el régimen especial de Autónomos. Para eso debes rellenar el formulario modelo TA0521. Te asignarán el Código de Cuenta de Cotización, por el cual el organismo público identifica las acciones y responsabilidades que contraes con él.
Al menos hasta hace unos años, la Seguridad Social exigía que te dieras de alta en el IAE antes de solicitar el alta de autónomo.
Como autónomo deberás abonar a la Seguridad Social una cuota mínima de 294 € al mes, que cubre las contingencias comunes y la jubilación. En la actualidad los autónomos también tienen derecho a paro. Solicitándolo en el SEPE en el caso de cese de actividad. Se le aplicará sobre la base imponible del Salario Mínimo Interprofesional.
Si es la primera vez que te inscribes en el Régimen Espacial de Trabajadores Autónomos o has pasado por dos años de inactividad, podrás acogerte a la Tarifa Plana, una bonificación por la cual la cotización a la Seguridad Social se reduce a 60 € mensuales durante los primeros 12 meses.
Nuevamente, con los datos facilitados por la Seguridad Social, deberás acudir a la Agencia Tributaria e inscribirte en el Censo de Empresarios y Profesionales, rellenando el formulario modelo 036. Finalmente, deberás comunicar la apertura del centro de trabajo a la Consejería de Trabajo de tu comunidad autónoma.
Para efectuar estos trámites, la mayoría de los autónomos noveles recurren a una asesoría fiscal y laboral, que los gestionan en su nombre. Un autónomo puede gestionar por su cuenta las responsabilidades que tiene con el Estado (Seguridad Social y Hacienda), pero es recomendable recurrir a una gestoría para que te lleve todos estos asuntos, ahorras tiempo y complicaciones.
Siguiendo estas orientaciones podrás montar un taller de reparación de calzado y trabajar de manera autónoma. Te deseamos suerte en el intento.