El turismo rural siempre me ha encantado, aunque nunca pensé que me dedicaría a ello. Todo empezó con una llamada de un abogado de un tío mío que hizo fortuna en los Estados Unidos que me había dejado dinero y una propiedad en la sierra madrileña.
Confesaré que me quedé de piedra y estuve todo el fin de semana hasta que llegó el lunes dándole vueltas. Llegó el esperado lunes por la tarde y fui al despacho del abogado, el cual me dijo que al no haber tenido descendencia más lo que dejó en testamento pasaba a tener 350.000 euros en dinero contante y sonante (con impuestos ya calculados) y un chalet en la sierra.
Imaginaros la alegría, aunque me dio pena que fuera a costa de un tío que si bien no le veía más que cada 5 años máso menos, siempre le recuerdo con especial cariño. El dinero me venía muy bien para terminar de pagar mi piso y el coche, la casa la vi y era ideal para montar una casa rural, por lo que hablándolo con un buen amigo que tenía una en el pirineo leridano, me aconsejó apostar por ella.
La parte mala era que necesitaba una urgente reforma, por lo visto debió comprarla a mediados de los años 90 y no se había tocado. Tocaba pues una buena reforma, en la que algo había que reformar con urgencia y era el tejado, que había sufrido mucho a consecuencia de las inclemencias invernales.
Aposté por la pizarra, que mantiene muy bien la temperatura y es duradera. Ardoises-despagne.net era la empresa elegida, mi amigo me la recomendó y él había tenido una experiencia magnífica, así que total confianza.
Su seriedad me encantó desde el primer momento y me instalaron una pizarra de buena calidad que embelleció mi tejado, haciéndole ganar prestancia a la casa, ya puestos les pregunté si podían hacerme la entrada a la casa en pizarra, y se pusieron manos a la obra con ello. En unas semanas tenía todo preparado, lástima que el resto de la reforma de la casa no lo pudieran hacer ellos, pues el resultado fue sin duda alguna perfecto.
Aunque como imaginaréis lo más latoso fue tener que lidiar con todo el papeleo en forma de licencias de actividad y permisos que hacen de la tarea de montar una casa rural casi una carrera de obstáculos. Unos meses después ya tenía mi casa rural terminada y echó a andar con un gran éxito desde el principio.
Cierto es que mi amigo me asesoró en muchas cosas, pero también mi pareja y yo le hemos puesto mucho cariño a todo. Ahora trabajamos más horas sí, pero lo hacemos en nuestro propio negocio y contratamos a dos personas conocidas de nuestro barrio para que nos ayudaran con todo y con los que estamos muy contentos.
Emprender es una opción, pero siempre hay que pensarse bien la aventura
Desde aquí os animo a emprender, pero sobre todo a emprender con cabeza, ya que se suele hablar muy a la ligera del emprendimiento y no siempre salen las cosas bien, hay que tener las ideas claras, fijarse un objetivo e ir a por ello sin dudarlo. Así se consiguen las cosas.