Son momentos complicados para la artesanía y para la gastronomía tradicional. El desarrollo de las grandes superficies ha supuesto un duro varapalo para una gran cantidad de empresas y negocios tradicionales, que han visto reducida su cantidad de ventas y que se han visto obligados a cerrar para terminar con su actividad y evitar pérdidas o a reducir su personal de una manera considerable. En muchas ocasiones este tipo de negocios ha sido ignorados por las autoridades públicas y es hora de que se les devuelva toda su potencia y esplendor perdidos.
Tan solo en las grandes ciudades se mantienen antiguos negocios dedicados a la elaboración artesanal de productos como el pan, tan importante en la dieta de los españoles y que tanta incidencia tiene en nuestra alimentación diaria. Reflotar este tipo de negocios es algo que ha pedido mucha gente, algo que nos hace pensar que sigue habiendo un nicho de negocio para este tipo de comercios y que todavía, en pleno año 2019, se puede vivir de esto. Eso sí: es importante redoblar esfuerzos y ofrecer algo que las grandes superficies sean incapaces de conseguir.
Es cierta una cosa: el número de panaderías que, por ejemplo, han sido cerradas en los últimos años hace que, en el mercado, tengamos mayores posibilidades de éxito hoy que ayer. Y esta es una oportunidad que las personas que están especializadas en este tipo de actividades no pueden dejar escapar. Una noticia que fue publicada en el diario El País informaba de que en España había en 2015 3.000 panaderías menos desde que empezara la crisis económica en el año 2007. Este es un dato que pone de manifiesto a las claras lo que ha pasado en el sector durante todo este tiempo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que últimamente no son buenos tiempos para el pan. El consumo en 2017 descendió un 2’5% según informaba una noticia publicada en la página web de El Economista. Aunque otras cuestiones como son las que hacen referencia a la bollería presentan mejores resultados que en ejercicios pasados, no cabe la menor duda de que antes o después el consumo de pan tiene que aumentar solo por el hecho de que es un alimento que, como antes decíamos, es vital para la alimentación de las personas.
En los últimos tiempos, negocios artesanos dedicados a la producción de productos como el pan han visto cómo todo lo que tiene que ver con su actividad ha perdido poder en el mercado. Aunque, por regla general, el sentir del sector es negativo, lo cierto es que quedan resquicios para la esperanza. Son numerosos los profesionales de la salud, por ejemplo, que indican que el consumo de pan tiene muchos más beneficios de los que las personas creemos. Y confiamos en que eso puede hacer que negocios como lo son las panaderías mejoren los números de los últimos años. Es algo que han indicado en un estudio reciente los profesionales de Cool Bakery.
Un producto que gusta a todos
Esto que acabamos de comentar puede tener una influencia muy grande a la hora de que la gente vuelva a engancharse al consumo de pan, algo que entendemos que va a ocurrir tarde o temprano y para lo cual tu negocio tiene que estar preparado. Y es que, si algo tiene en común el pan entre diferentes tipos de población, es que si se hace de una manera artesana triunfa entre pobres y ricos, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos. Y el poder que confiere esto es realmente importante.
Hemos comentado que las grandes superficies han sido las peores enemigas de los negocios tradicionales en lo que a la producción de pan se refiere. Pero eso tiene los días contados. La producción de pan en estos sitios se hace en grandes cantidades, eso deja de lado la calidad y de eso se termina dando cuenta la gente, que no va a tardar en poner en valor la calidad de los productos de negocios tradicionales, que cuidan más todo tipo de detalles y que, por regla general, tienen unos productos que son más destacados que los que se vende en otros sitios.
Aunque no lo parezca, es un buen momento para apostar por una panadería como nuevo negocio. Es una decisión correcta desde el punto de vista del emprendedor ya que muchas de las empresas que antes copaban este sector ahora ya no existen y hay más espacio para las que se incorporan. Además, hay motivos para confiar en que, tal y como hemos apuntado en otras ocasiones en este mismo artículo, el consumo de pan artesano va a mejorar en los tiempos que vienen.