Disponer de un buen vehículo es una condición indispensable para poder moverse con libertad y sin ataduras por una gran ciudad. Gracias a él, dejamos de depender del metro, el tranvía, el cercanías, los incómodos autobuses nocturnos que tardan siglos en llegar y los taxis, que a menudo nos suponen un desembolso económico del que no podemos abusar.
Cuando, además, somos los responsables de un negocio, la utilidad que nos proporciona el tener un coche o un furgón es total. Ya sea para el transporte de algún tipo de mercancías y documentos o para acudir a determinados lugares, nuestro vehículo nos es imprescindible y precisamente por ello es necesario que nos hagamos con el mejor del mercado. Aunque lo tengamos que adquirir en otros países como Bélgica o Alemania.
Mucha gente suele pensar que, aunque los coches fabricados en estos países son los mejores, comprarlos puede no resultar rentable debido al precio de su transporte hasta España. No obstante, lo cierto es que esto no tiene por qué ser así si se trabaja con las mejores empresas de transporte, entidades que además de ofrecer un servicio de primera calidad en el mejor tiempo posible, también pueden contener unas condiciones económicas idóneas para los clientes.
El mío es un ejemplo de ello. Hace aproximadamente un año, comencé a trabajar en mi nuevo negocio: una ferretería en la ciudad de Madrid. El trajín del día a día me conducía de un lado a otro de la capital, y con mi antiguo coche las posibilidades de que algo fallara eran mucho mayores que las que existirían si decidiera comprarme uno nuevo. Fue por ello por lo que me lancé a adquirir un nuevo vehículo. Y para eso puse mis miras en Alemania.
Un vehículo germano es calidad y seguridad, dos elementos que considero fundamentales a la hora de adquirir uno de estos productos. Si se tiene en cuenta que el transporte del mismo me puede salir a muy buen precio con Transportes Cars, todo se pone de cara. Todos estos factores son los que me empujaron a comprarme el nuevo coche con el que me movería por la ciudad para hacer mi labor como director de la empresa.
Transportes Cars: mi nuevo vehículo en apenas tres días
Conocer esta empresa tan solo me supuso ventajas a la hora de poder hacerme con el coche que yo quería. Una vez que lo hube seleccionado, solo tuve que ponerme en contacto con sus profesionales, los cuales me comunicaron que en un corto periodo de tiempo tendría en mi casa ese vehículo que tanta falta me hacía para poder realizar mi trabajo con seguridad y comodidad.
Efectivamente, en apenas tres días el coche llegó a mis manos. Incluso a mí, que ya había trabajado con Transportes Cars en alguna que otra ocasión, me sorprendió la velocidad de su trabajo. Una velocidad que demostraba cómo puede ser una empresa cada vez más eficiente y eficaz con el paso del tiempo. Su imagen y trato conmigo fue una absoluta delicia; algo totalmente intachable.
Ha pasado un año de aquello y con mi nuevo medio de transporte no solo he sacado adelante el negocio sino que además le he proporcionado un futuro mucho más próspero del que me esperaba cuando empecé. He conseguido ir montando una buena imagen de la ferretería a lo largo y ancho de Madrid y en la actualidad tengo una cartera de clientes de lo más variada, que confía en mí y no en mis competidores cuando les hace falta cualquiera de los productos que oferto.
La conclusión que destaco de mi experiencia de un año como emprendedor es que, en definitiva, uno debe confiar en los mejores para conseguir sus objetivos. En mi caso, saber cómo operaba Transportes Cars y lo barato que resultan sus servicios me animó a comprar un coche de primer nivel cuya procedencia era el mismísimo corazón de Europa. Un coche que hoy es la base de mi negocio.